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martes, 21 de febrero de 2012

...LEYENDA ...LA PRINCESA ENAMORADA

Sucedió allá por el siglo del Cid.
Un caballero famoso guerrero cristiano y alcaide de un castillo.Se enamoró de la hija del Señor del castillo vecino. Llamada Aldonza.
La boda estaba señalada para cuando volviese de una guerra el doncel, que luchaba contra los sarracenos en Toledo en un puesto cristiano..
Toledo fue  conquistado por estos y el rey concedió permiso al doncel para que fuese a celebrar su boda con la princesa.
La noticia llenó de alegría a la familia del Alcaide del castillo,comunicando con clarines la enhorabuena del acontecimiento.
Otro hecho  llenó de contrariedad a la princesa enamorada.
¡Tenia una rival,!
Una  doncella que amaba locamente al príncipe.Cuando éste regresara de la guerra,.Dicha rival le tenia preparada una encerrona, quería secuestrarle sabiendo que tenia que pasar  por las tierras de su fortaleza.
Una sirvienta de esta que se enteró de los planes¡.Conocía  un escudero de Aldonza!, le puso en antecedentes y le comunicó  del riesgo que hacechaba a su futuro esposo.
Aldonza guardó en secreto la confidencía,meditó como podría salvar al príncipe de la traición de su rival.
Hizo de tripas corazón y salió, una noche de su castillo acompañada de sus leales escuderos en busca de su prometido,disfrazada de peregrino para no infundir sospechas a la contrincante.
En la fortaleza de la princesa, advirtieron  que faltaba,creyeron que fuese devorada por los lobos,en una salida fuera de las murallas del castillo.
La madre de Aldonza no paraba de rezar pidiendo a Dios no fuese cierto lo que pensaba.
.Los pregoneros recorrieron la comarca, para averiguar si encontraban alguna noticia de la desaparecida.
En la fortaleza, se colgaron banderas de luto por la desgracia.
Aldonza desde su lugar de espera después de muchos días..Vio de lejos una escolta de soldados acercarse
.Ella se presento a la comitiva y pidió una limosna al guerrero.El cual  al ver su cara expresiva,se fijó en ella y reconoció a su amada.
 Le indicó que guardase silencio haciéndole pensar  al doncel que le esperaba grave riesgo.
Se apeó y dio limosna al supuesto peregrino ordenando descanso a la escolta
.Así Aldonza pudo informar a su novio de la celada de su rival  .
.Los escuderos de Aldonza regresaron a su castillo para informar al Alcaide de la odisea de su hija que le  juraron guardar secreto, de esta aventura,bajo pena de muerte.
El príncipe enamorado le proporciono un uniforme de soldado, al fingido peregrino y la integró en su escolta,retrocediendo por otro camino distinto.
.Pasaron por tierras enemigas y prohibidas para ellos.
Fueron detenidos por su mandatario y acusados de espionaje.
La escolta del príncipe fue desarmada recibiendo consejo de guerra condenándolo a muerte.
¡Nunca quiso rebelar la causa de meterse en terreno adversario!.
 Todas las súplicas que le hicieron  al adversario secuestrador, cayeron en saco roto.
¡Entonces!. Aldonza se presentó ante Alcadir con su larga melena y sus ojos de enamorada suplicandole  de la mano del que iba a ser ejecutado." Su novio"..
Alcadir escucho  la narración amorosa de la suplicante que quedó maravillado de su lealtad besándole la mano e indultandoles de la pena de muerte a los cautivos
Hizo que les  pusieran  en libertad y  dio  de comer a los enamorados
.Después como despedida les otorgó una gran fiesta
.Además ordenó que una escolta musulmana les acompañara hasta poner en tierras cristianas a los prometidos.

DESDE LA PROVINCIA DE BARCELONA.
juolina.

6 comentarios :

  1. Déjame decirte algo Juolina. ¡Qué cosa tan bonita! De verdad que me ha encantado y me he metido dentro de la historia. Gracias amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  2. Pepe.Muchas gracias.
    ¡ Tan amable como siempre conmigo!.

    Un abrazo..

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  3. Marilyn..
    ¡Gracias por tu comentario!

    Bss.

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  4. me llevan tus letras al paraiso donde todo es sencillo...
    Roberto

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  5. Roberto.
    Muchas gracias por tu comentario.

    Un cordial abrazo.

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La mitad de la alegria reside en hablar de ella